23/9/15

Vaciando el armário

También en la moda, cada vez más, menos es más




Sé que es lugar común pero siempre es bueno recordar que la vida es cíclica. Todo lo que viene se va, así como todo lo que se va, tarde o temprano, volverá. En la vida muchas veces no es tan fácil observarlo pero en la moda, lo vemos muy claramente. Cada año las tendencias vuelven a traer modas del pasado una y otra vez. Quien no se ha lamentado haberse deshecho de alguna pieza maravillosa, que ya no estaba de moda y que ahora vuelve en portadas y editoriales, como la gran novedad de la temporada. El equilibrio entre guardar o deshacerse de las prendas que pueblan nuestros armarios es una medida casi siempre difícil de encontrar. Nuestras abuelas conservaban su ropa y accesorios durante muchos años, pero su ritmo de compra no era ni siquiera comparable al que tenemos ahora. Y tampoco lo era la producción. Si dijéramos a cualquier mujer de hace dos o tres generaciones que las prendas de una tienda se renovarían semanalmente, estoy segura que no se lo creerían. Con el ritmo de consumo que tenemos, si siguiéramos conservando las prendas como lo hacían nuestras abuelas, nos diagnosticarían disposofobia, el síndrome del acaparador compulsivo, en menos que canta un gallo.


"Nuestros armarios están llenos
de piezas vacías"


Con el establecimiento del Fast Fashion como modelo de mercado y de consumo, nuestros armarios se fueron llenando de piezas vacías. Quien no ha mirado alguna vez a un armario abarrotado de ropa y dijo la fatídica frase: ¡no tengo nada que ponerme!
Llegados a ese punto, habríamos que empezar a cuestionarnos que es lo que nos pasa. El secreto quizás está en el valor que damos a cada una de esas piezas: prácticamente ninguno. Ropa barata que compramos por un impulso de consumo que nos bombardea y nos invita constantemente a satisfacer nuestras necesidades de cariño, aprobación y auto estima, dándonos “un capricho”. Se me ponen los pelos de punta.
Después de décadas de producción y consumo desenfrenados, parece que las cosas, finalmente empiezan a cambiar. Empezamos a darnos cuenta que nuestra ropa barata sale muy cara. La pagamos con la destrucción de nuestro entorno natural y la pagan con su salud, cuando no con su vida, los millares de personas, muchas veces niños, que trabajan a cambio de casi nada para producirla.
Empezamos a cerrar el ciclo del consumo voraz. Vuelve lo hecho a mano, el trabajo artesano. Las cosas simples que traen en ellas la huella de quienes las han tocado. Las cosas con historias bonitas, que nos hacen enamorar de ellas y quererlas para siempre. Volvemos a mirar con admiración a nuestras abuelas, esas mujeres que cosían, tejían y vivían tan bien arregladas con tan poco. Y la pregunta viene con naturalidad: ¿necesitamos tanto? Y la respuesta es simple: no. No lo necesitamos. 


Vaciando el armario



El éxito mundial del libro “La magia del orden”, de la japonesa Marie Kondo, es más una demostración de que cada día más personas buscan liberarse del acúmulo de cosas. Su libro ya vendió más de dos millones de copias y ha sido traducido a varios idiomas, incluido el español. En él, Kondo, que se auto denomina como “consultora de organización”, enseña trucos para vaciar la casa y el armario de todo lo superfluo. La verdad es que los japoneses parecen ser maestros en ello, quizás por estar acostumbrados a vivir en espacios muy reducidos.
Kondo garantiza que su método, ya conocido como KonMari, si llevado a cabo de manera eficiente, conduce a resultados duraderos y es muy posible que consigamos vivir lejos de la acumulación desmedida. Y, lo mejor, Kondo dice que una vez consigamos simplificar y organizar nuestra casa correctamente, ya no tendremos que volver a hacerlo jamás. Maravilla de las maravillas. Una de las principales ideas del método es que identifiquemos las cosas que tienen “chispa” y que nos deshagamos de todo lo demás. Quedar con aquello que de verdad me genera alegría y deshacerme de todo lo que me es indiferente ya me parece un buen comienzoDespués de leer el libro de Kondo, la bloguera Courtney Carver empezó un proyecto de simplificar su armario que ya ha dado la vuelta al mundo. Llamado Proyecto 333, su propuesta es vestir con solo 33 piezas durante 3 meses. En su web - www.theproject333.com – bajo el lema “simple is the new black”, encontramos mucha información y ayuda para simplificar nuestras vidas y limpiar nuestros armarios. Parece que el “más es más”, mantra del consumismo, está finalmente cambiando para “menos es más”.
¿Empezamos?


Artículo publicado el 14/09/2015
Puedes leerlo online aquí.

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